sábado, 16 de abril de 2011

Los Monasterios de Meteora



En Tesalia, Grecia, encaramados a inaccesibles cimas rocosas que se levantan a 300 metros sobre el valle del Peneo, se encuentran los restos de la que en su día fue una próspera comunidad monástica, completamente alejada de cualquier distracción terrenal. 
Los picos y los acantilados de este paisaje sobrenatural fueron creados por la acción del mar, que sumergió estas llanuras hace treinta millones de años.
Estas llanuras llevan el nombre de Meteora que significa “caído del cielo o suspendido en el cielo“.
La razón no es sólo que en sus llanos se desparraman caprichosos pináculos de arenisca modelados por el tiempo y la erosión. En realidad, el gran tesoro de Meteora son los monasterios que, colgados del cielo o a un paso de éste, coronan las cimas de las gigantescas agujas rocosas.




Unos 350 kilómetros al noroeste de Atenas, en la región de Tesalia, se encuentran los imponentes Monasterios de Meteora, edificados sobre unas extrañas formaciones rocosas (agujas de piedra) que se elevan perpendicularmente en medio de una amplia llanura.
Estas rocas comenzaron a ser habitadas durante el siglo IX por monjes deseosos de alejarse del mundo. Entre los siglos XIV y XVI se construyeron los Monasterios, cuyo número llegaría, en su momento de esplendor, a veinticuatro.




Los primeros monjes que fueron a vivir a estos monasterios lo hicieron allá por el siglo XI.
Para ellos, habitantes hasta entonces en cuevas, el traslado suponía un acercamiento a Dios.
El Gran Meteoro, que es el mayor de dichos monasterios y fue fundado por Athanasio,  se encuentra a 613 metros .
Su iglesia de la Transfiguración es de las más hermosas de Grecia, con maravillas como los frescos abisales de la Sagrada Comunión o la imagen de Athanasios, su abad fundador y compilador de las reglas que hasta hoy rigen los destinos de vida monástica de Meteora.




Desde tiempos inmemoriales ascetas y ermitaños vieron en este lugar el escenario perfecto para dedicarse a la oración y al retiro, aunque no fue hasta el siglo XII cuando cristianos ortodoxos crearon la primera comunidad monástica. Se inició así, con la fe como argamasa, la construcción de estos monasterios encaramados al borde del abismo:‘escaleras’ para acercarse a la Divinidad. Durante el siglo XIV, el momento de máximo esplendor constructivo, llegaron a existir en Meteora veinticuatro monasterios; hoy sólo seis de ellos acogen a un puñado de monjes y monjas entre sus vetustos muros.




Hasta 1920, la única manera de llegar hasta los monasterios era mediante escaleras plegables o redes. A partir de esta fecha, los peldaños que conducen a los monasterios han sido labrados sobre la misma roca. El mundo de la aventura ha descubierto el bosque de rocas, y se puede divisar en la distancia a algunos escaladores que parecen moscas a medida que avanzan lentamente hacia las cumbres.


Sobre picachos rocosos que se yerguen como impresionantes menhires o gigantescas agujas naturales, un buen número de pequeños monasterios reunen a numerosos ermitaños, que así se protegen de posibles interferencias de todo orden. Sólo se podía llegar a tales retiros por medio de escaleras articuladas o utilizando primitivos toros montacargas, que se empleaban asimismo para izar las provisiones.




Antiguamente, el acceso al mismo estaba prohibido a las mujeres. Los monjes siguen residiendo en el monasterio, pero actualmente acogen a todos los visitantes, sin distinciones de religión ni de sexo. Eso sí, siempre con una vestimenta adecuada tanto para hombres como para mujeres. En el caso de que seas mujer y se te haya olvidado llevar algo más que una camiseta de tirantes, es posible adquirir ropa adecuada a la entrada de los monasterios.
Estas construcciones impresionantes son Patrimonio de la Humanidad, según la UNESCO, desde el año 1988. Actualmente sólo quedan 6 de ellos en uso:

          * Monasterio de San Nicolás




         * Monasterio de San Esteban



        
  * Monasterio de la Santísima Trinidad



          
* Monasterio de la Transfiguración



      
    * Monasterio Roussanou




        
  * Monasterio Varlaam




 ¿ Cuando visitarlo ?

Las mejores épocas del año para visitar Meteora son primavera y otoño, cuando las temperaturas son más agradables y hay menos aglomeración de turistas.
La visita a Meteora se puede hacer fácilmente en un día. La visita turística a los monasterios de Meteora se realiza mediante un circuito de 17 kilómetros que transcurre por empinados caminos entre enormes moles rocosas.
Si se  desea contemplar con detenimiento, este singular paisaje, se puede hacer este recorrido de 17 kilómetros a pie, pero teniendo en cuenta las empinadas cuestas y las interminables escaleras es más recomendable apuntarse a cualquiera de las muchas visitas organizadas en bus que se pueden contratar en el hotel o en el pueblo.
Las mujeres han de evitar llevar los hombros descubiertos y usar pantalones o minifaldas; los hombres no pueden usar pantalones cortos o camisetas musculosas.
En el interior de todos los monasterios, hay tiendas de iconos de gran calidad elaborados por los monjes según técnicas clásicas.
Como verán, este es un sitio pleno de belleza espiritual, que encierra y a la vez demuestra, la devoción cristiana.



                                              




                  
Namasté